lunes, 12 de octubre de 2009

Mi aventura de ser docente

Me parece que la ponencia de José M. Esteve, titulada “La aventura de ser maestro” viene a completar el proceso de encuentro con nosotros mismos que habíamos comenzado antes. El inicio de nuestra labor docente marcado por el “ensayo y error”, además de la ambivalencia entre el éxito y el fracaso, son experiencias comunes a la mayoría de nosotros. La ambivalencia mencionada se parece a la experiencia de representar una obra de teatro frente a públicos diferentes, algunas funciones son maravillosas y otras pueden ser una experiencia amarga, dependiendo de las circunstancias y características particulares de los sujetos que interactúan.
“Pensar y sentir” y hacer “pensar y sentir”, dice Esteve, es nuestra tarea básica si queremos llegar a ser verdaderos “humanistas” y “ganarnos la libertad de ser profesor, convirtiendo cada clase en una aventura y en un reto intelectual”. Es decir que el compromiso adquirido en la docencia nos pone frente a la obligación de reflexionar y buscar constantemente preguntas y respuestas. Sólo alguien con esta experiencia puede ver con tanta claridad la problemática y las funciones docentes y además reconocerlo públicamente.

En esta aventura ambos, docente y alumno deberíamos entrar en un proceso de empatía buscando ampliar nuestros horizontes personales.
Esteve, menciona cuatro dificultades que considera necesario resolver si deseamos disfrutar nuestra labor:
· Identidad profesional. Se trata básicamente del enfrentamiento entre el modelo idealizado de docente, en las universidades y la concreción del mismo en la realidad particular de cada uno de nosotros.
· Comunicación e interacción. Aquí la exigencia está en conocer el proceso mismo de la comunicación y ser humildes para abandonar el papel protagónico en cuanto los alumnos ponen en marcha sus propios procesos de interacción.
· Disciplina. “Encontrar una forma de organizar a la clase para que trabaje con un orden productivo” Este es el objetivo básico de la disciplina y no la represión absurda que vemos todos los días en nuestros planteles.
· Contenidos y niveles. … “el problema de adaptar los contenidos de enseñanza al nivel de conocimientos de los alumnos”. Comparto, con el autor este reto que significa conocer el nivel taxonómico que estamos utilizando en nuestras clases y adaptarlo a las características de nuestros discípulos.

Finalmente como si fuera una canción Esteve concluye: “he hecho lo que quería hacer, y estoy donde quería estar”. Esta declaración de la satisfacción que puede ofrecernos el magisterio es una aspiración compartida por muchos de nosotros. Dignificar nuestra labor y encontrar en ello la satisfacción total de nuestras aspiraciones profesionales.

1 comentario:

  1. Hola compañero Carlos:
    Efectivamente José M. Esteve, en su ponencia nos relata su sentir como docene, y pienso que cada uno de nosotros tenemos similitud con lo que él expone. Cuando nos presentamos por vez primera ante los alumnos, sentimos ansiedad porque no sabíamos como reaccionarían ante nuestras explicaciones y acuerdos. De igual manera la experiencia docente la hemos obtenido por ensayo y por error, de los cuales hemos aprendido mucho. A estas alturas todos nos sentimos orgullosos de ser docentes, pues la mayoría tiene varios años de ejercer la profesión. Felicidades por tu trabajo, en lo personal es excelente.
    Saludos y suerte.

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